Editorial

Inicia 2012 y con ello el año electoral, un año en donde escucharemos una sarta de estupideces por parte de quienes quieren llegar a la presidencia de la República y que al final de cuentas nada de lo que prometan habrán de cumplir llegando a los pinos, primero por la sencilla razón de que la agenda del país no se basa en ocurrencias y mucho menos las propuestas de campaña son interés del vecino país (llámese Estados Unidos), quieran o no los gobernantes hacen lo que el patrón gringo les dice.
No cabe duda que seguimos siendo un pueblo de ignorantes y pendejos, porque a pesar de que cada vez que hay elecciones ya sean estas estatales o federales seguimos creyendo en la sarta de mentiras y “compromisos” que se firman ante notarios públicos que se prestan al tonto juego de la democracia.
El cambio que realmente necesita nuestro país no vendrá de las adulaciones que los pre candidatos de los diferentes partidos políticos ofertan sin ton ni son todos los días, y si todos tiene la solución a los problemas que enfrentamos la prole, porque seguimos con tantos problemas sociales, económicos, de salud, de seguridad, de educación y muchos más, y la respuesta es muy sencilla, la corrupción e impunidad de quienes nos gobiernan.
Escuchando en días pasados la sarta de pendejadas de los precandidatos, me llamo la atención el spot del precandidato del México para adelante, el de Santiago Creel, en donde señala que el tiene la solución para acabar con la corrupción y sobre todo terminar con esta guerra contra el narco sin tirar más balas, y mi pregunta es, que no se acordará el señor Creel, que él fue el que estando en la Secretaría de Gobernación con Vicente Fox, otorgó concesiones para casas de juego fuera de la ley a la empresa Televisa.
Habla de la unidad familiar y no él quien tuvo un hijo fuera del matrimonio con una actriz de Televisa, y si le seguimos buscando le encontraremos más, pero que al final de cuentas es lo que la prole le gusta escuchar, le gustan que les mientan mientras les quitan el hambre con una torta y un refresco.
Otro de que de plano no sabemos cómo anda buscando la candidatura del Partido Acción Nacional es Ernesto Cordero, este sí que se voló la barda con sus pendejadas, ya no digamos cuando dijo eso de que se vive con seis pesos al mes, el problema es que ande pregonando de que él sabe cómo sacar al país de los problemas en los que está actualmente, que no pensará el señor que fue Secretario de Hacienda y Crédito Público, y que algunas de sus decisiones nos tienen jodidos a la gran mayoría de los mexicanos.
En cuanto a Josefina Vázquez Mota, si bien es cierto que es poco el historial que tiene, pero que tampoco se salva, ya que como secretaria de educación pública durante este sexenio, en vez de realmente mejorar la educación del país, se la pasó peleando con la mes ignorante del país, la maestra Elba Esther Gordillo, y no precisamente porque Vázquez Mota haya querido hacer un cambio en la estructura educativa.
Andrés Manuel López Obrador, ni el solo se cree sus mentiras, según él es como el ave fénix, resurge de sus propias cenizas del 2006, y según él más religioso y amoroso, sin embargo, es el más corrupto, según él de llegar a la presidencia de la República acabará con la corrupción, pero no cabe duda que tiene principios de alzheimer, que no se acuerda que en su sexenio al frente de la jefatura de gobierno, su principal colaborador René Bejarano, fue el actor principal de unos videos donde se embolsaba dinero (millones de pesos) que el empresario Carlos Ahumada, entre otros funcionarios como su chofer de lujo Nicolás Mollinedo Bastar (a) “Nico”.
Enrique Peña Nieto no necesita quien le recuerde lo mentiroso que es, ya que él solito lo está haciendo, y es aquí en donde surge la pregunta, cual es el menos peor, porque al final de cuentas uno de estos será el próximo presidente de la República, porque si los metemos a una licuadora no creemos que salga uno buenos, porque ningún de estos realmente piensa o siente como la prole, porque ninguno tiene necesidades ya que todo el tiempo se han aprovechado del gobierno o de los puestos que han ocupado.
El que llegue a la presidencia de la República de los precandidatos antes mencionados ni se va acordar y mucho menos va a cumplir las promesas de campaña, es por ello que hay que revisar muy bien las virtudes que dicen poseer, porque después nos vamos a estar lamentando como con la llegada de Vicente Fox Quezada a los pinos, y que no sabemos por cuánto tiempo más seguiremos padeciendo por las pendejadas que hizo al frente de la presidencia.
Y no hay que crece eso de que tal o cual candidato o partido es el verdadero cambio que necesita el país, porque el cambio empieza desde uno mismo, porque esa frase ya está muy trillada.