Editorial Puerto Viejo

No se puede coincibir que en pleno siglo XXI todavía la barbarie se dé para dirimir asuntos personales, políticos o sociales, cuando existen las instituciones y los canales legales para ello, el pasado 21 de enero del presente año, nuestro director editor, Armando Suárez Martínez, fue objeto de una agresión por parte del presidente municipal de Loreto, Yuan Yee Cunningham y siete de sus principales colaboradores, quienes al sentirse Al Capone o Don Vito Corleone, intentaron ejecutarlo en un paraje rumbo a la sierra de San Javier.

Desde este espacio rechazamos cualquier tipo de violencia en contra de quienes ejercemos una verdadera libertad de expresión, rechazamos a los falsos redentores e iluminados que se encuentran al frente ya sea de un gobierno estatal, municipal o federal, por que no es posible que aparte de andarnos cuidando de la delincuencia organizada, ahora también nos tengamos que cuidar de nuestros gobernantes, quienes están para proteger a los ciudadanos y sobre todo brindar las garantías para el buen ejercicio del periodismo.

Sin lugar a dudas, hay mucha gente que se siente ofendida por las líneas que se han escrito en este medio y al tener conocimiento de los hechos ocurridos en contra de nuestro director editor, aplaudieron la gran hazaña (según palabras a un grupo de personas por parte de la esposa del magistrado Homero Bautista), y con ello, demuestran la ignorancia y sacan a relucir el cobre, sin embargo, también existen muchas voces que condenan la forma en que nuestros gobernantes tratan de callar la crítica.

A Yuan Yee Cunningham, creyó encontrarse en la china comunista, en donde todo se arregla con desaparecer a quienes critican al gobierno, y desde el momento en que dejo en libertad a Armando Suárez por todos los medios a tratado de desacreditarlo, haciendo declaraciones sin fundamento, como es el hecho de una supuesta extorción, y que hasta la fecha el edil loretano no ha interpuesto ninguna denuncia en su contra, porque si no lo sabe el ignorante y psicópata funcionario, la extorción es un delito aquí y en CHINA.

Es por ello que exigimos a la Procuraduría General de la República no darle carpetazo a este caso tan delicado, no se tiene que esperar a que haya un muerto para investigar quienes fueron los responsables por que nunca los encontraran, pero en este caso, existe la denuncia formal en contra de funcionarios corruptos y que deben de tener un castigo ejemplar para que aquellos que quieran cometer actos en contra otros reporteros lo piense antes de culminar con la ejecución de la persona.

Vemos con tristeza como aquellos que se dicen reporteros (diaristas, semanales y mensuales), que hicieron oídos sordos ante tan lamentables hechos, la agresión no fue en contra de Armando Suárez (que no necesita quien lo defienda, ya que puede él solo), si no a la propia libertad de expresión, porque quienes trabajamos en este oficio de informar con veracidad (porque hasta ahorita ningún reportaje de Armando Suárez ha sido cuestionado por los actores de los mismos), no están exentos de sufrir un ataque por parte de un ofendido, por muy mínima que sea la crítica, los entendemos hasta cierto punto porque no quieren perder el convenio que tienen con los gobiernos estatal o municipal y a como está la crisis les hace falta el dinero.

Por otro lado, agradecemos el apoyo brindado por Jesús Chávez (columnista de “el Peninsular”), profesor Alfredo González Gónzalez (columnista de “El Peninsular”), Pedro Juárez corresponsal de “La Crónica”, Ray Mundo León Verde corresponsal de la Jornada y de la revista análisis, Bertoldo Velazco, director de la revista análisis, Conde Narro, asimismo de Laura Calderón, directora del programa agravio a periodistas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al Centro de Periodismo y Etica Pública, a la Presidencia de la República y tantos más que de una u otra forma repudiaron los hechos donde se atenta no contra Armando Suárez, sino en contra de la propia libertad de expresión que en los últimos años está amenazada por gobiernos populistas e intransigentes.

Hay mucho que decir en este atentado, pero el espacio nos es insuficiente, sin embargo, no quitaremos el dedo del renglón, hasta ver que la Procuraduría General de la República, llegue hasta las últimas consecuencias dentro de la averiguación previa AP/PGR/BCS/LT/006/2010, porque esto no puede quedar impune como otros delitos.