miércoles, 9 de septiembre de 2009

Editorial Puerto Viejo

Una vez más quedo demostrado la vulnerabilidad del estado ante los embates de un huracán, pero lo que más quedo al descubierto, es la voracidad de los funcionarios del estado, quienes cada año se soban las manos cuando tienen conocimiento de la presencia de uno, ya que ven en ellos, el negocio de su vida, ven una forma fácil de acceder a recursos público como es el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), mientras que los verdaderos afectados no ven ningún centavo, a menos que sean del Partido de la Revolución Democrática o que sea allegado a ellos.

Lo vemos cada año, si bien es cierto, que el gobierno del estado se mueve a la brevedad para tener conocimiento de los daños que dejan a su paso dichos fenómenos, también es cierto, que dichos recursos nunca llegan a los afectados, sin embargo, el pretexto del gobierno es que los requisitos del FONDEN son muy estrictos y que es el gobierno federal el que se retrasa en liberarlos.

Pero vemos también con tristeza como el gobierno estatal o municipal, utiliza la desgracia humana para hacer proselitismo, porque aún cuando la ciudadanía es la que hace entrega de un apoyo de los hermanos en desgracia, sea los funcionarios los que hagan caravana con sombrero ajeno, y más cuando politizan la entrega de dichas despensas, cobijas, colchas y demás enseres que el propio pueblo hace llegar a los damnificados a través del gobierno.

Sin embargo, hoy se observo una cosa muy trascendental y que nunca se había visto en estos caso, la presencia de funcionarios federales antes, durante y después de la presencia del fenómeno, lo cual hizo enojar al hombre de papel, ya que los funcionarios no le dieron margen para hacer manoteo a discreción a los recursos del FONDEN, porque de que van a pellizcarle a dichos recursos por supuesto que lo harán.

Otro de los que no se verán este año beneficiado con dichos recursos será, el propio Gajón de la Toba, quien antes de ser el flamante director estatal de protección civil, vivía en una vivienda de interés social, pero que con la presencia de dichos fenómenos ha logrado la construcción de una chocita de tres niveles, además de los negocios que ha realizado con hacerse el maje al permitir irregularidades en establecimientos que requieren de su aprobación (caso Casa de Villa).

Qué bueno, que hoy estuvieron los funcionarios de la CONAGUA y SEDESOL percatándose realmente de los daños que ocasionó el huracán “Jimena”, y serán ellos directamente los que hagan llegar los recursos a los afectados, porque de no ser así, volveremos a ver lo ocurrido con el huracán “Juliette”, que hasta la fecha los damnificados siguen esperando dichos recursos, ya fueron afectados por otro y no han visto un centavo partido por la mitad, pero los encargados de hacerlos llegar se les ve en vehículos último modelo y con residencias que ya quisiera un príncipe árabe.

Definitivamente la población sale damnificados ante dichos fenómenos, por la sencilla razón de que el gobierno federal, estatal o municipal, así les conviene, ya que a pesar de tener una cultura de prevención y tener conocimiento de las avenidas de agua, siguen haciendo obras con las patas, ahí está el puente que acaban de hacer en el municipio de Mulegé, y que fue derribado, se supone que son obras “necesarias” para evitar que el pueblo quede incomunicado, pero tendrá el gobierno que dar la lana para que se vuelva hacer, ya que van a salir que era tanta el agua que no la tenían contemplada, como ocurrió con el puente de las Bramonas, en Constitución cuando murieron elementos del ejército.

En fin, no será la primera vez que Baja California Sur se vea afectado por un fenómeno natural como el “Jimena” o “Juliette”, pero lo que sí se puede preveer, son las obras que el gobierno del federal, estatal o municipal, realizan según ellos para evitar catástrofes en los asentamientos humanos, si realmente las hicieran como deben, los daños serían menos y el beneficio sería mayor, ya que lo que más hace falta es agua.

No hay comentarios: