Editorial 

Mucho ha dejado que desear el trabajo de los legisladores tanto federales como locales, mucho le han dejado a deber a la vida no solo política sino social de nuestro estado, y eso es debido a que están más preocupados nuestros legisladores por el puesto que buscan obtener en las próximas elecciones del 2015, más que buscar al apertura para los “jóvenes” a los puestos de elección popular por parte del gris diputado Axxel Sotelo Espinoza de los Monteros, se debería de preocupar por fortalecer lo que ya está y quitar de tajo lo que realmente le hace daño a nuestro estado, la corrupción, corrupción que ellos día a día le abona con sus actos.

El sediciente diputado se debería de preocupar por erradicar esos vicios que vienen arrastrando todas las legislaturas desde que el territorio se convirtió en estado, que es la simulación de cada uno de los que llegan a ocupar una curul, que en algunos casos solo vemos en tiempo de quincenas, o los vemos como viejos satélites que se la pasan dando vueltas por el congreso pero que no aterrizan en nada, como son los casos de Gil Cueva Tabardillo, Arturo Torres, Santos Rivas entre otros.

Tanto trabajo que hay por hacer pero que por cuestiones políticas o por temor al juicio político no se atreven a tomar el toro por los cuernos, prefieren nadar de muertitos y hacer del poder legislativo un negocio particular, en donde los actores políticos se disputan el botín, al grado de violar las propias leyes que ellos mismos realizan, es una aberración lo que se ve al interior del congreso del estado.

Siempre se ha dicho que aunque cambies de carro si traes al mismo chofer este siempre se descompondrá, aunque le cambies de nombre a las instituciones mientras este la misma estructura esta nunca avanzará y se tendrán los mismos vicios, las mismas corrupciones, pero creen que con hacer este tipo de “aperturas” tienen ganado el cielo, cuando la realidad es otra, el pueblo está cansado de tanto valemadrismo de nuestros gobernantes que solo ven la manera de cómo hacer dinero al amparo de poder, pero que por desgracia no tiene la manera el ciudadano de castigar a estos funcionarios, mienten aquellos que dicen que con el voto se castiga o se premia al gobernante o funcionario.

Y sobre todo cuando los partidos se confabulan en  contra del pueblo, ahí están los casos 2000, 2006 y 2012, en donde no se respetó la voluntad del pueblo, llegaron los nefastos que controlan el poder, ahí están los actos de corrupción de todos los partidos, porque ninguno se salva, pero que al final de cuentas son los que tenemos, dicen los que saben que para construir una mejor sociedad se tiene que destruir lo que se tiene para refundarla sobre la cenizas de esta, si bien es cierto cada quien habla como le va en la feria, pero muchos de ese clamor están fundadas debido a la opacidad de quienes tienen la obligación de organizar el desorden en el que ellos mismos han metido al país.

El costo beneficio de tener legisladores grises y nefastos sin lugar a dudas es muy caro para el país y para el estado, porque vemos como todos los legisladores llegan a ocupar su puesto en medio de la pobreza que les caracterizo y que al terminó de la misma son los grandes feudales, y la sencilla razón es que van más por el dinero que les deja la negociación, que ir por las verdaderas causas sociales, dice el dicho que no hay mal que dure cien año y ni persona que las aguante, ahí está la historia mal contada pero ahí está.