martes, 12 de mayo de 2009

Editorial de la Revista Puerto Viejo
El próximo 7 de junio se habrá de celebrar un día más de la “libertad de Expresión” en nuestro estado, y que para muchos de los que de alguna manera lo ejercen por temporadas, lo esperan con ansia, por la sencilla razón de que su modus operandi es la de exigirle a los funcionarios tanto del gobierno estatal como municipales canonjías no escritas, pero eso no es lo peor, ya que sin tener un medio exigen cantidades exageradas y que algunos ilusos funcionarios se dejan atemorizar con el petate del muerto.
Desconocemos que festejaran ese día, toda vez que sale a relucir la hipocresía, ya que durante todo el años andamos como perros y gatos, pero el siete de junio es sagrado y nadie se ataca, ese día se hace una tregua, pero al siguiente día después de la cruda moral, muchos de los que dicen ser periodistas, vuelve a su trabajo habitual, la traición del compañero.
Desde que empezamos a tratar de ejercer la “libertad de Expresión”, hemos visto, como el gremio periodístico se ha ido desquebrajando, en donde muchos se han quedado en el tiempo en el que el funcionario respetaba el trabajo del reportero, sin embargo eso se ha ido terminando con el pasar de los tiempos, pero por desgracia esto no es culpa de quien llega a los puestos públicos, sino de los propios trabajadores de la pluma que no se respetan a sí mismos y muchos menos a los demás, ya que por un vale de gasolina de 20 pesos son capaces de vender hasta su propia progenitora.
La envidia y el egoísmo son la constante entre gremio periodístico, lo que para el actual coordinador de comunicación social del gobierno del estado, Francisco Antonio Alcantar López, lo ha sabido aprovecha, logrando con ello, abrir más la brecha entre los propios comunicadores, quienes actualmente entre ellos se ven y se catalogan de primera y hasta de quinta categoría, y dependiendo en cual se encuentre cada uno es el respeto que se tienen.
Si no te saluda el gobernador en turno o el presidente municipal, eres un desarrapado, un pinta piedras, pero de lo contrario se es un super star de la tinta, y es ahí donde empieza el problema, porque muchos sino es que todos, se marean y empiezan a alucinar, cuando se topan con la cruel realidad en la que vivimos, que cuando dejas de ser “diarista” tu pedigrí ya no es la misma, y es ahí donde vienen los comparativos, y sobre todo las descalificaciones.
Dentro del gremio no existen los amigos, existen los intereses, habrá uno que otro conocido, pero que también te puede traicionar y lo hará, ya que sin lugar a dudas aquí es la ley del más fuerte, porque “de que me friegue yo, a que se friegue mi nana, pues que sea mi nana”.
La cena de negros está a la vuelta de la esquina, y es necesaria una autoevaluación de lo que se está haciendo, porque la extinción está cerca, si las cosas siguen como hasta ahora, y la muestra está en la forma de tratar a los medios del gobierno que encabeza el hombre de papel, a través de la masa encefálica (Antonio Alcantar) y todavía rematándonos desde adentro, destrozando, esperemos que no sea demasiado tarde cuando reaccionen aquellos que son los carniceros de hoy, porque serán las reses del mañana.

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